En el artículo que aquí presentamos se muestra una revisión sistemática de la literatura sobre los efectos de la musicoterapia en personas con demencia.
Según el DSM-5 (Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, en su quinta edición , publicada en 2013.) la demencia es un importante trastorno neurocognitivo que se diagnostica cuando se deterioran dominios cognitivos de la persona (como la memoria, el lenguaje, la atención, la capacidad ejecutiva). Esta demencia puede presentarse en diferentes enfermedades. La Enfermedad de Alzheimer (con un 60% de casos de demencia), la demencia vascular o la demencia con cuerpos de Lewy, son algunos ejemplos.
Para realizar esta revisión se han utilizado las bases de datos MEDLINE, EMBASE, CINAHL, CENTRAL y ClinicalTrials.gov, a partir de las palabras clave “musicoterapia” y “demencia”.
En la revisión se han incluído un total de 82 estudios, incluyendo ensayos controlados aleatorizados, estudios de cohortes, estudios de casos y controles, informes de casos y series de casos, revisiones sistemáticas y metaanálisis. Estos estudios están en inglés, en ellos se muestra solo intervención en musicoterapia (no música en hospitales o música en medicina o estimulación rítmica o educación musical o entretenimiento) y los participantes son pacientes diagnosticados con algún tipo de demencia.
De los 82 estudios incluídos, 43 son ensayos clínicos con intervención en musicoterapia y 39 son revisiones sistemáticas o metaanálisis.
Las técnicas musicoterapéuticas encontradas en los estudios analizados son: cantar, escuchar música (no se especifica si en directo o grabada), tocar instrumentos, songwriting, análisis de letras de canciones, técnicas combinadas.
Según los estudios analizados, mediante estas técnicas se han obtenido los siguientes resultados: mejora cognitiva, mejora de la memoria, mejor fluídez verbal, reducción de la ansiedad, reducción de la depresión, mejora del estado de ánimo, mejora en las funciones cotidianas, reducción de dolor, incremento de apetito, reducción de la presión arterial, reducción de medicación, reducción de cortisol en saliva y mejora de la calidad de vida.
Especialmente hay mejoras significativas en la fluidez verbal, reducción de la ansiedad, depresión y apatía, después de las sesiones de musicoterapia. La mejora es menor en el nivel cognitivo o el funcionamiento diario.
Los autores destacan las limitaciones de esta investigación: un número reducido de participantes, una falta de musicoterapia estandarizada y resultados muy heterogeneos. Por estos motivos recomiendan realizar más estudios clínicos con un gran volumen de participantes para obtener resultados más clarificadores.