The “Palliative Soul”: Music Therapy, End of Life Care, and Humanizing the Patient
Estudio cualitativo sobre la potencialidad de la Musicoterapia para reforzar la humanización en cuidados a pacientes en final de vida.
La música, la medicina y el cuidado al final de la vida comparten atributos humanísticos. De ello puede deducirse que los médicos y musicoterapeutas que trabajan con pacientes en final de vida tienen una especial percepción y disposición para incluir en su práctica profesional el humanismo médico. En este artículo se muestran las percepciones de 13 médicos y musicoterapeutas españoles sobre cómo podrían involucrarse en esta práctica.
El estudio presenta temas y preocupaciones que pueden aparecer en los pacientes en final de la vida y cómo la Musicoterapia puede abordar las dimensiones espirituales, psicosociales y emocionales de la atención a estos pacientes. También se aborda la perspectiva que tienen los Cuidados Paliativos en España y la importancia que los profesionales de la salud dan a la atención espiritual.
Podemos encontrar numerosas investigaciones que citan como la Musicoterapia proporciona cualidades humanizadoras a los entornos médicos, ayudando a los profesionales de Cuidados Paliativos a satisfacer las necesidades de los pacientes (necesidades fisiológicas, psicológicas, sociales, emocionales y espirituales). Una perspectiva a tener en cuenta si tenemos presente que, según la OMS, los Cuidados Paliativos integran las dimensiones médicas, psicológicas y espirituales de la atención.
El estudio está realizado en el Instituto Música, Arte y Proceso , en Vitoria-Gasteiz. Participan 4 médicos y 9 musicoterapeutas. Los participantes trabajan con población adulta/geriátrica (menos uno que trabaja en Pediatría) y sus lugares de trabajo son hospitales públicos y privados (UCI, unidades de Cuidados Paliativos, unidades de oncología pediátrica y de adultos), residencias para mayores, atención penitenciaria y hospice. No todos incluyen la Musicoterapia en su práctica clínica pero sí están todos relacionados de alguna manera con la Musicoterapia en final de vida, aunque ocupan diversos puestos profesionales (entre los musicoterapeutas hay psicólogos, enfermeras, profesores de música y trabajadores sociales). Esta variedad en su práctica clínica queda reflejada en sus respuestas a la entrevista.
La entrevista es semiestructurada y consiste en preguntas abiertas y predeterminadas a los participantes. Estas preguntas son sobre las dificultades de su trabajo, la relación con sus pacientes, el bienestar o las emociones de los pacientes, el papel de la Musicoterapia en su trabajo, cómo repercute la Musicoterapia en la relación y comunicación con las familias o el papel de la espiritualidad en el contexto del cuidado en final de vida.
Se reflexiona sobre enfermedad e identidad relacional, definición de sufrimiento y bienestar, co-participación en el cuidado (médico-paciente), sobre temas espirituales, emocionales y psicosociales o sobre distinción entre cura y cuidado.
Después de analizar todas las respuestas se llega a la conclusión de que la Musicoterapia puede ayudar al profesional de la salud que cuida a personas en situación de final de vida. Puede proporcionarle un modelo para las vías de atención espiritual, psicosocial y médica. Una vía para abordar el enfrentamiento con la muerte y encontrar al ser humano en medio de circunstancias difíciles. A esta vía la autora del artículo la denomina enfoque de “alma paliativa” para la atención al paciente.
¿Cómo puede esta “alma paliativa” ayudar a los profesionales de la salud a humanizar la atención a los pacientes al final de la vida? El/la profesional, apoyándose en sus propias experiencias personales de sufrimiento, puede acercarse a los pacientes abordando sus necesidades espirituales, emocionales y psicosociales, no solo aplicando un tratamiento médico. Puede definir el sufrimiento, el bienestar y la intervención clínica efectiva a través de la voz del paciente. En definitiva, puede ver al paciente como algo más que su enfermedad, ver la belleza y la humanidad interior en las personas.
Incluso fuera del contexto de la atención al final de la vida, los profesionales de la salud pueden adoptar el “alma paliativa” e incorporar las necesidades de los pacientes en la práctica clínica.